Retos de la reconstrucción del turismo global tras la COVID-19
Tras esta crisis, ¿necesitaremos repensar el turismo como una actividad de bajos impactos? ¿Cómo habrá de ser la gestión del sector en los próximos años? ¿Qué deberán tener en cuenta las empresas y los destinos para que el turismo tenga un rumbo más seguro, justo y duradero? De todos estos interrogantes y de sus respuestas habla en su nuevo libro Javier Blanco Herranz, conferenciante, formador y asesor turístico, titulado “Antes de pulsar el botón de reinicio. Retos de la reconstrucción del turismo global tras la COVID-19”, que ha salido a la venta en Amazon estos días.
¿Por qué ese título?, ¿cuál es la importancia del concepto “reinicio”?
Fue una decisión basada en mi propia sensación de incertidumbre y descorazonamiento al ver la magnitud sanitaria y económica de la covid-19 proyectada sobre la industria de los viajes y el turismo. El desplome y la conmoción de esta tragedia sobre esta industria ha dejado una estela muy impactante, con suspensiones y restricciones en los vuelos internacionales, que han afectado a más del 90% de la población mundial, o que ha producido que aproximadamente 3.000 millones de viajes no se hayan realizado en todo el planeta durante estos meses tan aciagos. Este panorama justifica sin duda que hablemos de reinicio o de volver a cargar el sistema turístico ante un parón tan colosal de la actividad.
Pero, ¿no hemos pulsado ya el botón?
Hemos pulsado el botón del reinicio gradual de buena parte de las actividades, pero el botón de la reconfiguración del sistema turístico es una nueva oportunidad y una tarea larga, compleja y aún pendiente, y nos obligará a una reflexión profunda y abierta. Antes de mirar al primer pantallazo, sería oportuno que nos preguntásemos, por ejemplo, ¿cómo queremos construir nuestro futuro?, ¿está todavía en nuestro horizonte, a medio plazo, alcanzar récords de turistas cada año?, ¿podremos seguir permitiéndonos seguir instalados en este modelo de crecimiento?, ¿podríamos plantearnos con audacia el reto colectivo de orientar nuestros destinos para que sean ejemplos internacionales de sostenibilidad social y ambiental y seguir siendo líderes turísticos en las clasificaciones mundiales?, ¿sabremos aprovechar esta nueva oportunidad?….
¿Algo de lo sucedido podría haberse evitado?
Nadie esperaba este tsunami tan devastador. Seguramente siempre se podrían haber minimizado algunas consecuencias, pero desde el punto de vista sanitario ya se ha dicho prácticamente todo y no seré yo quien interfiera sobre opiniones autorizadas y solventes en esta materia.
¿Qué deberíamos aprender, como industria turística global, de lo sucedido?
Los éxitos continuados de esta actividad parecían asegurar el porvenir de esta industria. Algunas de las autoproclamadas fortalezas del sector, como su resiliencia que parecía un escudo infranqueable, han quedado muy en evidencia, y nos hemos asomado al rostro de la vulnerabilidad. Deberíamos aprender a hacer frente a las debilidades y amenazas sociales y ambientales patentes y a no mirar para otro lado, como tantas veces hicimos antes de esta crisis. De la covid-19 podríamos extraer también algunos retos de entidad para el turismo global: ¿cómo abordar y mitigar los impactos ambientales que traen de la mano la emergencia climática y los procesos de “sobreturismo”?, ¿qué tipos de turismo ofrecen los mayores beneficios posibles al menor costo?, ¿cómo gobernar con justicia y equidad la prosperidad del turismo?, ¿cómo avanzamos en la creación de empleos turísticos más decentes?, ¿cómo gobernar las vulnerabilidades del turismo?, ¿cómo lograr un adecuado equilibrio en las ciudades turísticas entre las necesidades de los visitantes, las empresas y los residentes locales?, ¿cómo llevar a cabo un cambio del modelo, o la reinvención del turismo, para transitar desde un turismo extractivo a un turismo restaurador?