Banco Central y tipo de cambio
por Walter Gómez D”Angelo
Leyendo en días pasados el Informe de Política Monetaria publicado por el Banco Central de Bolivia, con fecha julio 2020, me llevé la sorpresa de mi vida. Descubrí que un selecto grupo de profesionales del más alto nivel viene analizando, durante los últimos años, en el Banco Central, la relación entre el tipo de cambio y el saldo corriente de la balanza de pagos en la economía boliviana, es decir, las exportaciones menos las importaciones totales.
Estos profesionales han publicado, con venia del Banco Central, los resultados de sus investigaciones: Gabriel Loza, en 2000, Roger Banegas, en 2017, Paul Bustos y Rubén Aguilar, en 2017, y Pablo Rocha con Paola Yujra, en 2018. Todos ellos coinciden unánimemente en sus conclusiones. Utilizando técnicas econométricas avanzadas han descubierto que en Bolivia, para reducir el desbalance externo (las importaciones superan a las exportaciones) lo que corresponde hacer es disminuir el tipo de cambio de su actual valor, de 6,96 bolivianos por dólar a, digamos, seis, o menos por dólar.
Para predecir el resultado de una modificación en el tipo de cambio, lo más sencillo es analizar el comportamiento del sector externo, observando por separado sus dos componentes: mercado de exportaciones (proveedor de divisas) y mercado de importaciones (consumidor de divisas).
Bolivia es una economía muy pequeña en el contexto internacional. No influye para nada en los precios dólar de sus exportaciones ni de sus importaciones. Si se eleva el tipo de cambio (devaluación), el volumen de las importaciones disminuirá automáticamente, porque sus precios en moneda nacional se elevarán, y a mayores precios menor demanda. A su vez, el volumen de las exportaciones aumentará en el mediano plazo porque los productores nacionales verán sus costos en moneda extranjera reducidos. Como los precios internacionales se mantienen estables, el balance externo mejorará. Resultado final: una devaluación real mejorará inevitablemente el balance externo al elevar la provisión de divisas, y reducir su demanda. No hace falta ser economista para comprenderlo. Intentar probar lo contrario utilizando instrumentos econométricos es patético. En la próxima oportunidad nos demostrarán que la tierra es plana y que el sol gira en torno a la tierra.
Desorejados siempre los habrá. Lo preocupante es percibir una severa deficiencia en el control de calidad de la inteligencia dentro del Banco Central. ¿La Gerencia de Estudios Económicos está de acuerdo con este descubrimiento de sus profesionales? ¿Es ésta la calidad de los profesionales que el país mantiene bien pagados en el Banco Central? ¿Qué dicen los ejecutivos, los directores, el presidente del Banco Central? Un descubrimiento de esta magnitud merecería claramente postular a estos profesionales para el premio Nobel en Economía. ¿Será que 14 años de prédica masista y matemáticas Linerista han ablandado el cerebro de nuestra gente?
Cuando un profesional trabaja en econometría es imprescindible que entienda lo que está calculando Si luego sus resultados son absurdos y dan risa, le corresponde reírse, pero de ninguna manera publicarlos.
Si las autoridades en el Banco Central creen realmente que reduciendo el tipo de cambio disminuirá el desbalance externo, las desafío a que sean consecuentes y vayan adelante con una sustancial revaluación cambiaria. Será un desastre total.
Walter Gómez D”Angelo es PhD en economía y matemáticas, especialidad en Comercio Internacional.