¿EN HORA BUENA? MARCELO Y SUS ENCUESTAS ¿CAMBIARÁN LA POLÍTICA BOLIVIANA?
Me sorprenden las reacciones que muchos bolivianos tienen cuando oyen que otro boliviano, como Marcelo Claure, hace una encuesta sobre la situación política del país. Me inquieta que digan que quiere manipular las elecciones cuando esa es la conducta que todos los políticos asumen. Además, lo hacen con ayuda de su verborragia, o del uso de medios de comunicación que tienen a su alcance o controlados, como muchos los tiene el gobierno, o de las encuestas que alguien paga para que salgan favorecidos en ella. Son reacciones que caracterizan a los que se ven amenazados. Claure es un boliviano más, con el mismo derecho de opinar, encuestar, tomar partido, plantear soluciones y todo lo que se le pueda imaginar a favor de Bolivia.
Marcelo Claure dice que quiere “darles información a los bolivianos para que ellos tomen la decisión correcta de elegir a su futuro líder”. Muestra una gran preocupación por la política boliviana que, por decirlo suavemente, es un verdadero desastre. Hay muy pocas excepciones en el oficialismo y en la oposición (una notable excepción es Cecilia Requena). Por momentos uno podría pensar que da lo mismo que gobierne la oposición o el oficialismo; ambos no podrían hacerlo peor. El MAS tiene 16 años en el poder y si algo hizo, de manera exuberante, es gastar las reservas internacionales (acumuladas desde 2003 hasta el 2014), además de la deuda externa, y la interna. Frente a este desastre es digno de alabanza que venga un boliviano y haga notar, con la más creíble de las encuestas, que la mayoría de los bolivianos no quieren ver más a Evo (con un techo de votantes del 18%), ni a Arce (su aprobación no excede el 5%), y quieren un candidato incorruptible.
Marcelo Claure tiene un “Proyecto Bolivia 360”. Un “plan de reactivación” que contará con los “mejores economistas del mundo y de América Latina” y un equipo que acompañe al nuevo presidente. Quiere “ayudar a ese líder a sacar a Bolivia hacia adelante”. Hace énfasis al decir: “Mi Bolivia está enferma y necesita los mejores médicos del mundo”. Añade que espera que el nuevo presidente: “me tenga a su lado ayudándolo con todas las ideas que tengo”. Hará más encuestas cada 30 o 45 días y la “gran encuesta se llama primarias”, para febrero o marzo de 2025.
Para estas primarias espera que los candidatos y sus organizaciones políticas puedan participar activamente y se llegue al anhelado candidato de la unidad. Me imagino que, si esta posibilidad de acuerdo no se llegara a cristalizar, no hay razón para que Marcelo Claure no proceda a realizar su encuesta. Los bolivianos, una mayoría significativa de ellos (posiblemente un 80% de los votantes) quiere saber quién es el más aceptado como candidato único. Este único elegido puede aglutinar a las fuerzas de oposición al MAS y sus funestos candidatos. Lo ideal, por supuesto, es que los partidos y candidatos opositores se unan para hacer unas primarias vinculantes. Mayor fuerza tendría ese candidato; es que, si sale elegido, los partidos y sus magnánimos líderes dejarán al ungido como único líder, la potestad de impulsar un programa, sin componendas con otros partidos y sin realizar “cuotas de poder”; costumbre, ésta de feudalizar el gobierno y crear un monstruo de muchas cabezas que evita la necesitada gobernanza de las entidades públicas.
No presenta todavía la amplia perspectiva del plan Bohan, que orientó la evolución de la economía boliviana desde los años 40 y dejó su marca en las siguientes décadas de la economía de esta sociedad. Tal vez esta mi impresión se debe a que todavía le falta presentar los detalles o estos están en plena gestación. De todas maneras, lo que ha dicho hasta ahora se debe ver y analizar con la mayor positividad por analistas, académicos, políticos y ciudadanos en general.
Marcelo además, impulsará la formación académica de líderes en Bolivia que, adicionalmente, cuente con conexiones de formación con la Universidad de Harvard, un programa de liderazgo al cual dona parte significativa de su presupuesto. Quiere mejorar la salud de los bolivianos con un alcance universal gracias a respuestas tecnológicas y el uso de la inteligencia artificial. También incluye un apoyo a las pequeñas y medianas empresas con un fondo de 10 millones de dólares. Claure concluye: “Repito, no tengo nada más que me entusiasme en la vida que poder afectar la vida de manera positiva de los 11 millones de bolivianos”. Y con los recursos que posee lo hará. Espero, por cierto, para el bien de los bolivianos y que en este intento acepte sugerencias de adecuación y de mejora a su propuesta de cualquier ciudadano bien intencionado que quiera hacerlo.
Que no nos quepa duda, Claure continuará influyendo en la política boliviana, particularmente en las elecciones del 2025. Los candidatos que ingresan a la carrera electoral tendrán que responder a los desafíos resultado de las encuestas que realizará con el beneplácito de los tradicionales políticos o sin él. Su “Proyecto Bolivia 360”, es un plan que refleja el “cambio inmenso” que quiere el 80% de la población y un auténtico desafío para esos políticos urgidos de renovación. Tendrán que responder con la misma claridad y honestidad, que Marcelo Claure lo hace al presentar y comentar el resultado de sus encuestas y su proyecto. Tal vez no con tanta “naivete” política, pero tendrán que hacer sólidas propuestas a la altura de la elevada vara colocada por Claure.
Las citas que hago en esta opinión salen de la ejemplar, imparcial, aguda y profunda entrevista realizada por un excelente periodista, Tufi Are, para el programa “Aquí en Vivo” de Bolivisión. Pocas veces, en estos tiempos, se puede ver una entrevista con preguntas enunciadas sin temor a incomodar.