Los avances sociales y laborales en el periodo del boom económico
El método para el cálculo de la pobreza en Bolivia no es transparente, no existe una fórmula, y si la hay, no es visible. En el caso de la desigualdad de la pobreza, el indicador que el gobierno proporciona no es comparable con el de otros países. La generalidad hacen visibles sus métodos y fórmulas de cálculo, no así Bolivia. La medición de la pobreza por el ingreso es un cálculo limitado a una sola variable y los estudios de pobreza exigen la multidimensionalidad. Sería muy importante para el país, como hacen otros, liberar la restricción sobre la metodología de cálculo de la pobreza y de desigualdad por el ingreso.
Las dos preguntas que enmarca el análisis son ¿Qué dimensiones sociales laborales han avanzado? ¿Cuáles son los factores más importantes de las dinámicas sociales laborales?
La pobreza moderada en los últimos años presentó una tendencia a la baja. Las cifras de pobreza moderada, medidas desde el punto de vista del ingreso, presentó una mejora desde los inicios del siglo XXI pero se fue estancando en los últimos años, tanto en el sector urbano como en el rural.
Con respecto a la desigualdad del ingreso, Bolivia (en base a un estudio de campo de personas de ingreso bajo y medio) mostró también una mejora pero con una estancamiento en los últimos años, tanto en el sector urbano como en el sector rural. Por otro lado, las Necesidades Básicas Insatisfechas – NBI (Censos de 1976, 1992, 2001 y 2012) cuyo indicador denota la calidad de vida de la población que son: el acceso a salud, educación, vivienda, servicios básicos, entre otros, permite se aprecie una mejora continua a nivel nacional pero también se tiene que evidenciar que existen diferencias a nivel departamental y entre el sector urbano y rural, particularmente en el periodo del boom económico.
Otro indicador que se debe tomar en cuenta es la movilidad social, la cual mide las oportunidades de la nueva generación que son independientes del ingreso y la educación otorgada por el hogar de origen. La pregunta que aquí surge es ¿Cuánto ha podido mejorar la situación de la nueva generación? Según el estudio de Castellani y Centeno (2015) que actualizan el modelo de movilidad social desarrollado por Lyke Anderson (2001), en los últimos años Bolivia evidenció movilidad social tanto a nivel urbano como rural. Con referencia a las mujeres, la movilidad social fue menos significativo a nivel de etnicidad. Esto conlleva a indicar que existió una mejora en la movilidad social e incrementó en la clase media.
Este método también es utilizado por las Naciones Unidas en el Informe 2016, el cual distribuye a la pobreza según el nivel de ingreso. Los pobres reciben un ingreso per cápita de menos de $us 4 por día, los hogares vulnerables de $us 4 a 10 por día, la clase media de $us 10 a 50 por día y la clase alta más $us 50.
De acuerdo a los datos estadísticos, en Bolivia se evidencia la mejora del nivel de pobreza desde 2006 y un vulnerable crecimiento de la clase media. Esta es la misma conclusión de las Naciones Unidas. Este fenómeno fue una tendencia común en toda América Latina.
Factores de las dinámicas socio-laborales
¿Cuál es la explicación de estos cambios? La primera respuesta que explica este proceso es la nueva dinámica laboral que ocurrió desde 2005, es decir, el aumento del empleo de trabajadores menos calificados y también el aumento de sus ingresos. Los sectores que absorbieron la demanda de los trabajadores menos calificados, fueron el comercio, servicios y transportes, principalmente. Los trabajadores no calificados y semicalificados presentaron una mejora en sus ingresos. Por lo contrario, los trabajadores calificados mostraron una disminución. Con respecto a las mujeres, existió una mejora en sus ingresos y también una disminución de la brecha en el ingreso entre hombres y mujeres.
A partir de 2005 hubo una nueva dinámica en el mercado laboral, la cual se aprecia con la mejora en los ingresos de los trabajadores menos calificados y una disminución de los ingresos de los trabajadores calificados. Antes se premiaba a la educación o a los trabajadores más calificados, ahora sucede lo contrario. Por tanto, uno de los factores que está detrás de la reducción de la pobreza y desigualdad es la nueva dinámica laboral. Esta ha sido señalada por varios estudios como el factor central de la reducción de la pobreza y desigualdad, y no así por las políticas sociales redistributivas aplicadas por el gobierno.
¿Por qué el mercado laboral empezó a comportarse así? Uno de los factores es sin duda, el boom económico combinado con ciertas políticas económicas aplicadas, como por ejemplo el ingreso mínimo nacional, el cual se incrementó en los últimos años, el tipo de cambio muy apreciado, que favoreció a la ciertos sectores, entre otros.
¿Qué paso con la estructura laboral en el periodo del boom económico? Se va mejorando en la calificación en general, cada vez crece la Población Económicamente Activa con niveles de instrucción más altos pero este proceso es lento en comparación con América Latina. Bolivia sigue rezagada en términos de su formación de capital humano.
Con respecto a la distribución del empleo, Bolivia sigue con la estructura laboral muy concentrada en el sector terciario. Asimismo, con respecto a la infraestructura o establecimientos laborales, se continúa trabajando con menos de cuatro trabajadores. Con referencia a la composición de la estructura laboral, la familiar sigue siendo la más importante. Por otro lado, la calidad del empleo, tomando en cuenta la afiliación a la Caja de Salud como indicador, la población asegurada muestra que no se llega al 30% de la Población Económicamente Total, lo cual denota que la calidad del empleo no ha cambiado. Si se ve los mismos datos tomando en cuenta los trabajadores asalariados su afiliación a la caja de salud no llegan al 50%. Con respecto a la jubilación es el mismo caso.
Por tanto, se tiene una situación laboral que no ha cambiado en términos de calidad de empleo y de formalidad. Bolivia ocupa una posición en América Latina como un país restringido en términos de sistemas de protección social (según el índice de Ocampo y Gómez de Arteaga). Esto se debe a que se tiene un sistema de protección social híbrido. Pese a que los gastos sociales son altos en relación al PIB, en comparación con otros países, es un sistema que combina servicios públicos universales; en el caso de la educación, por ejemplo, las diferencias son muy significativas en términos de calidad, entre privado y público, eso explica una baja formalidad y cobertura.
Las conclusiones son entonces que se tuvieron mejoras en los indicadores de pobreza y desigualdad por ingreso en el periodo del boom económico y estancamiento posterior. Asimismo, se tuvieron mejoras en pobreza según las Necesidades Básicas Insatisfechas desde 1972, una movilidad social que viene desde inicio del siglo XXI y que se ha profundizado en el periodo del boom. Y también se tiene una nueva dinámica laboral, con el incremento del empleo, ingresos principalmente de los menos calificados en los sectores de servicios, transporte y construcción que son muy dependientes del boom económico. No obstante, con una baja transformación de la propia estructura laboral que sigue muy concentrada en empleos al margen de la normativa laboral y de la seguridad social, o lo que se llama empleos informales. Todo esto está combinado con un sistema de protección mixto y en términos de universalidad muy limitado, muy poco comprensivo, en comparación con otros países de América Latina, que eso genera una alta vulnerabilidad de estas mejoras sociales.
Los estudios muestran que en los países de América Latina al finalizar el boom económico prosiguió un retorno veloz de la pobreza, no es el caso de Bolivia porque se sigue manteniendo el modelo con un costo macroeconómico importante. Una de las explicaciones centrales para esto, se debe a que esta salida de la pobreza ocurrió en base a la dinámica laboral y no estuvo tan sostenido en la mejora de la protección social.
Desafíos para el Futuro
Es importante destacar el sistema de protección social, basada en la visión del derecho, la cual es la construcción de una sociedad inclusiva. El gran reto del Estado es tener un sistema de protección social y comprensivo como otros países más avanzados. Según el estudio de Ocampo, el mundo llegó al consenso que el sistema de protección social inclusivo basado en el derecho no debe vincularse al trabajo. Uno debería tener acceso a la salud, jubilación independientemente de su situación laboral. Es así que todos los países de América Latina están avanzando en este aspecto, algunos más, otros menos. Por lo tanto, la idea es avanzar hacia la universalidad con calidad. En Bolivia, el único sistema universal pero mixto es la educación pero con diferencias en la calidad de la educación, las diferencias se evidencian claramente entre los sistemas público y privado. Es por ello, cuando las familias tienen movilidad social deciden llevar a sus hijos al sistema de educación privada. En el caso de salud, es un sistema corporativo, no es un sistema universal, debido a que si no eres asalariado no puedes acceder a la caja de salud. ¿Cuál es la solución?
Los países pueden financiar el sistema de universal público, que implica que todos podamos acceder, desde el hijo de presidente hasta el hijo de la persona más pobre. Este sistema universal público se logra por medio de la confianza de la población y capacidad para pagar los impuestos. Entonces el sistema público tiene que ser bueno para que la clase media y alta estén dispuestos a pagar más, el sistema también tiene que ser progresivo, cuanto más uno gana, más paga.
En caso de América Latina y Bolivia, como los impuestos indirectos tienen un peso muy grande, cuanto más pobre se es, uno paga más en proporción a lo ganado, lo cual claramente es injusto. Según un estudio muy reciente, la recaudación impositiva en Bolivia proviene de las familias más pobres y esto no compensa a lo que se recibe con políticas sociales. Entonces es un problema de justicia social.
Por tanto, se tiene el desafío de generar una sociedad con más empleo, que pueda crecer con base en la producción y depender menos de los ciclos de los precios internacionales de las materias primas y se debe tomar aquí un tema adicional que es el medio ambiente, el cual debe estar incorporado a las políticas de producción. Por ejemplo, la producción de alimentos sanos, la cual se pude llevar adelante con la producción a pequeña escala, la FAO indica que esa es la salida, y no así el monocultivo másivo.
Entonces hay nuevos desafíos, que se deben afrontar de manera integral, se tienen políticas económicas, laborales y sociales que deben apuntar a la transformación del sistema de bienestar hacia la universalidad, y éstas deben ser sostenibles financieramente para que se puedan construir sociedades más estables.