Contradicciones de la política económica

Según informa Página Siete las  Medidas contra el Covid-19 permitirán inyectar a la economía Bs 11.700 millones. Con base a publicaciones realizadas en la red social twitter por el director del Banco Central de Bolivia, José Gabriel Espinoza, se indica que el diferimiento de impuestos, pago de créditos bancarios, creación del bono de Bs500 para escolares de primaria, entre otras medidas permitirán alcanzar dicha inyección de recursos.

Es interesante observar que un gobierno que se caracterizo por cuestionar la expansión del déficit fiscal haya cambiado de opinión. No debe olvidarse que hace poco se anuncio con mucha pompa que se había logrado reducir el déficit de 9,5% del Producto Interno Bruto (PIB) a 7,7% (Gobierno dice que el déficit fiscal se redujo a 7,7% publicado por El Deber). 

Lo cierto es que reducir los ingresos mediante la suspensión de las obligaciones tributarias, la desaceleración de la economía producto de la “cuarentena” para la prevención del coronavirus y la expansión del gasto con la creación del bono de Bs500 para los escolares tendrán como efecto el descenso de los ingresos públicos y el incremento de los gastos. En resumen, el déficit fiscal crecerá.

La clave de la reducción del déficit fiscal

En 2019, ocurrió un fenómeno inusual. Las elecciones celebradas en octubre de dicho año fueron fuertemente cuestionadas al punto que el entonces presidente, Evo Morales Ayma, se vió obligado a presentar su renuncia. En el ámbito económico esto significo una paralización del aparato productivo. Junto al cambio de autoridades y retiro masivo del personal clave (pese a que al principio la actual administración se definió como transitoria) la ejecución de inversión pública se detuvo. Como puede observarse en el gráfico la misma se redujo en 689 millones de dólares, lo que significa una caída del 15%.

Por tanto, no se hizo un “ajuste en el gasto corriente” como originalmente se vendió la medida. La caída del déficit fiscal se explica por el descenso de la inversión. Esto es central para analizar la situación de la economía en el momento actual. Al caer la inversión lo que ocurre es que el nivel del producto desciende, por esa razón es previsible que en breve Bolivia entre en una recesión. 

En marzo, al parecer las autoridades económicas han cambiado de opinión, el paquete de medidas dictadas para combatir el Coronavirus van a contrapelo de la reducción del déficit fiscal. La recaudación de abril será baja (lo cual implica hacer que el público tenga más dinero para gastar), asimismo se pondrá dinero en manos de la gente mediante la transferencia directa de Bs500 por hijo que se tenga en un colegio fiscal. Ambas medidas están dirigidas a incrementar el gasto público.

Está bien que el gasto fiscal aumente, lo de malo de entrar en contradicciones en política económica radica en que las señales para el público son confusas. Ello puede tener consecuencias negativas en el desempeño económico del país.

Un buen gobernante debe observar con la misma atención las crisis sanitaria y económica en ciernes. Pensar que todo es sacrificable por el coronavirus no es el camino más aconsejable.