El Directorio Ejecutivo del FMI concluye la Consulta del Artículo IV de 2021 con Bolivia

FMI

Washington, DC: El 14 de junio, el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la consulta del Artículo IV [1] con Bolivia.

La pandemia de Covid-19 ha tenido efectos devastadores en Bolivia, causando trastornos sin precedentes y una trágica pérdida de vidas, con más de 15.000 muertes y 400.000 casos reportados hasta ahora. La necesaria cuarentena impuesta en marzo de 2020 restringió la movilidad y el acceso al trabajo, y la producción disminuyó en todos los sectores, excepto en la agricultura, lo que llevó a una contracción del 8,8% del PIB en 2020. La disminución de la demanda de importaciones trajo consigo una mejora de la cuenta corriente, que se redujo en 3 puntos porcentuales hasta el ½ por ciento del PIB. La desaceleración del crecimiento y la caída de los precios de los alimentos comprimieron la inflación hasta el 0,9% en 2020.

Para combatir la pandemia, las autoridades aumentaron los gastos de salud pública y prestaron apoyo a los hogares, las empresas y el sector financiero. Los gastos puntuales en programas de ayuda directa, como el Bono Contra el Hambre, y el aumento de los gastos en el sector sanitario y el apoyo social, contribuyeron a mitigar el impacto de la pandemia. La desaceleración cíclica redujo los ingresos, aumentando el déficit del sector público hasta el 12,7% del PIB en 2020. La expansión fiscal contribuyó a una caída de las reservas internacionales, que disminuyeron de 6.500 millones de dólares a finales de 2019 a 4.700 millones de dólares a finales de marzo de 2021.

Se espera que la economía repunte en 2021, creciendo un 5,0 por ciento, apoyada por el programa de las autoridades para vacunar a toda la población adulta lo antes posible. Se espera que el aumento de los precios internacionales de las materias primas impulse la recuperación de los sectores de la minería y los hidrocarburos, mientras que el crecimiento del sector agrícola debería seguir siendo fuerte. Se prevé una modesta mejora del déficit fiscal en 2021, apoyada por la recuperación de los ingresos, la retirada progresiva de las partidas de gasto extraordinarias relacionadas con el COVID-19 y una desaceleración del crecimiento salarial y del gasto en bienes y servicios.

Los riesgos para las perspectivas incluyen incertidumbres sobre el curso de la pandemia y el ritmo de vacunación en Bolivia y sus principales socios comerciales, y sobre el aumento previsto de los precios mundiales de los productos básicos. La dependencia de la financiación de los mercados internacionales podría exponer a Bolivia a cambios en las condiciones de financiación externa, mientras que los aplazamientos de los pagos de los préstamos relacionados con Covid-19 podrían aumentar los riesgos para la estabilidad financiera.

Evaluación del Directorio Ejecutivo [2]

Los Directores Ejecutivos elogiaron a las autoridades bolivianas por su respuesta proactiva a la pandemia, incluyendo el apoyo fiscal a los hogares y las empresas, el mayor apoyo al sector de la salud y sus fuertes esfuerzos para aumentar la vacunación. Si bien los directores estuvieron de acuerdo en que las políticas macroeconómicas deben seguir apoyando la recuperación a corto plazo, también destacaron la importancia de salvaguardar la sostenibilidad fiscal y externa a mediano plazo, fomentando al mismo tiempo una economía más inclusiva y ecológica.

Los directores elogiaron la firme respuesta fiscal de las autoridades a la crisis. Recomendaron mantener el apoyo financiero específico necesario para los hogares afectados mientras dure la crisis sanitaria. Al mismo tiempo, los directores subrayaron la necesidad de situar los esfuerzos de política a corto plazo en el contexto de un plan claro a medio plazo que lleve el déficit fiscal a un nivel sostenible a medio plazo y estabilice la relación deuda/PIB. Hicieron hincapié en que la consolidación fiscal debería incluir medidas para movilizar los ingresos y racionalizar y reorientar el gasto para seguir mejorando el bienestar social y reducir la pobreza.

Los directores tomaron nota de la preferencia de las autoridades por mantener el régimen cambiario actual, que ha dado lugar a una inflación baja y estable. Al mismo tiempo, alentaron a las autoridades a seguir explorando los beneficios potenciales y las condiciones previas necesarias para permitir cuidadosamente una mayor flexibilidad del tipo de cambio a mediano plazo, señalando que esta transición requeriría una importante labor preparatoria pero podría aumentar la capacidad de resistencia a los shocks exógenos, evitar una mayor pérdida de reservas y aumentar la competitividad de las industrias no relacionadas con los hidrocarburos. Los directores acogieron con beneplácito el apoyo brindado al sector financiero durante la pandemia a través de un programa de aplazamiento de préstamos, y alentaron a la autoridad supervisora a reforzar el seguimiento de la rentabilidad, la liquidez y el capital de los bancos mientras esté vigente la moratoria.

Los directores alentaron a las autoridades a aplicar reformas estructurales que fomenten la inversión privada interna y la inversión extranjera directa. Para ello, recomendaron eliminar gradualmente las restricciones a los precios y a las exportaciones, flexibilizar las cuotas de crédito y los topes a las tasas de interés, reducir los subsidios a las empresas estatales del sector de los hidrocarburos y abordar las inquietudes en materia de equidad social mediante un apoyo fiscal específico. Los directores señalaron que abordar los problemas de gobernanza y la incertidumbre en el entorno regulatorio es crucial para apoyar la creación de empleo e impulsar el crecimiento a largo plazo.

Los directores elogiaron la impresionante reducción de la pobreza lograda desde mediados de la década de 2000 y señalaron que la continuación de los avances en el alivio de la pobreza dependerá del aumento del apoyo a los sistemas de educación y salud pública. Se congratularon de que las autoridades estén invirtiendo en fuentes de energía más ecológicas para diversificar el consumo energético nacional y alejarlo de los combustibles fósiles, proporcionar nuevas fuentes de ingresos y reforzar la recuperación económica.

Version original en ingles.

Traducción con DeepL.