SEGUROS: ¿YA CONTRATASTE A TU SUPERHÉROE?

Por: Mauricio Franco

Cuando hablamos de superhéroes, lo primero que se nos viene a la mente, y en lo particular a mí, son las películas y series de acción donde los héroes protagonizan espectaculares escenas de peleas, batallas y guerras contra todo tipo de villanos o entes que simbolizan el mal. Estas producciones de alta tecnología y ciencia ficción, creadas por distintas franquicias, nos deleitan con personajes icónicos de los cómics, como Superman, Batman, Mujer Maravilla, Avengers, X-Men, y muchos otros más.

Estos héroes, además de proteger a los indefensos y ordinarios humanos, muestran que también tienen sentimientos y pueden cometer errores, tal como nosotros. Sin embargo, cuando ellos cometen errores, como al aprender a usar sus poderes o probar nuevas armas y vehículos, o al enfrentarse con sus rivales, los daños que generan son grandes, causando destrozos materiales de toda naturaleza.

Más aún, cuando se dan esos enfrentamientos épicos y feroces contra sus eternos archirrivales y villanos, suelen causar la destrucción de vehículos, casas, propiedades, edificios, centros comerciales, fábricas y hasta ciudades enteras. Y aunque resulte curioso, disfrutamos ver estas escenas de daños “colaterales”, pues, quién no disfruta ver aplastar un automóvil cuando saltan, caen encima o destrozan con su tanque o vehículo a tal pobre automóvil que se encontraba circunstancialmente en el lugar equivocado.

Pero esto es solo un momento de entretenimiento. Cuando la película termina, debemos volver a la realidad, a un mundo donde los superhéroes de ficción no existen. Sin embargo, en la vida real, existen “superhéroes” entre nosotros, reflejados en un sinfín de personas, actividades y servicios, y aunque parezca extraño, existe una industria específica en la cual se los puede contratar y hasta con pagos en cómodas cuotas, esto es precisamente lo que vamos a exponer en el presente artículo.

Los eventos negativos, como accidentes, fenómenos de la naturaleza, incendios, colisiones de vehículos y otros, son circunstancias que pueden perjudicarnos tanto en lo personal como en lo material, a personas como a empresas o instituciones. En estos casos, existe un “superhéroe” que puede brindarnos respaldo cierto: La Industria Aseguradora. Aunque se perciba como una industria financiera, de carácter privado, enfocada en obtener márgenes de utilidad, en su esencia tiene un trasfondo 100% social, ya que se encarga de proteger a las sociedades y fomentar la continuidad de su desarrollo.

Grandes siniestros en fábricas, pérdidas significativas en salud, y la indemnización a familias que han perdido a un ser querido, son solo algunos ejemplos de cómo los seguros han proporcionado la protección necesaria a la sociedad para salir adelante. Al igual que un superhéroe, las aseguradoras mitigan los efectos de los desastres y brindan esperanza para recuperarse y seguir adelante.

En las películas de ciencia ficción, cuando los superhéroes luchan contra entes malignos, vemos mucha destrucción, pero rara vez se muestra la reconstrucción posterior. No siempre se destaca quiénes son las personas o entidades que, después de un tiempo, vuelven a poner en marcha la economía o ayudan a las personas que han resultado lesionadas. En la vida real, esos “superhéroes” son las entidades aseguradoras, contratadas por personas y empresas para garantizar que, ante un siniestro, habrá continuidad y reposición de bienes e infraestructura, así como atención de salud a las personas lesionadas, o indemnizaciones para las familias que perdieron a sus seres queridos.

Es así que, en la vida real, las Compañías Aseguradoras, junto a las personas y empresas que contrataron sus servicios, cumplen uno de los principales principios de la industria, el Principio de Solidaridad. Este principio se basa en la idea de que todos los miembros de una comunidad asegurable contribuyen económicamente a un fondo común, que luego se utiliza para cubrir las pérdidas de aquellos que sufren un siniestro. En otras palabras, la prima que cada persona paga se suma a un fondo colectivo, y cuando uno de los asegurados enfrenta un evento adverso, este fondo se utiliza para indemnizarlo.

Este principio es similar a la idea de un equipo de superhéroes, donde cada miembro pone sus habilidades al servicio del grupo para proteger a quienes están en peligro. De esta manera, el seguro actúa como una red de protección, donde la fuerza de los muchos ayuda a proteger a los pocos que, en determinado momento, necesitan asistencia.

Otro principio clave de la industria aseguradora es el Principio Indemnizatorio. Este principio establece que el objetivo del seguro no es enriquecer al asegurado tras un siniestro, sino restablecer su situación económica a la misma que tenía antes del evento adverso. Es decir, el seguro tiene la función de reparar los daños y pérdidas sufridas, proporcionando los recursos necesarios para reconstruir lo perdido.

Este principio refuerza la idea de que los seguros están ahí para protegernos, asegurando que el impacto de un siniestro no nos deje en una situación de vulnerabilidad económica. Al igual que un superhéroe que restaura el orden después de un desastre, la aseguradora actúa para devolvernos al estado de estabilidad y equilibrio previo al siniestro.

De esta forma, la industria aseguradora brinda la seguridad, de que ante un siniestro, se va a continuar con la actividad y en su caso se va a dar una reposición de los bienes, tanto para los bienes y patrimonio de las familias e industrias, así como para las personas que están atravesando una dificultad por salud o accidente, y las familias que perdieron a un ser querido, dando la oportunidad, a través de la indemnización del seguro, de mantener el estilo de vida y hasta poder financiar nuevos proyectos o emprendimientos.

Por todas esas razones y más, es que este artículo se titula “¿Ya contrataste a tu Superhéroe?”, que, en sentido figurativo, la pregunta es si ¿ya contrataste tu póliza de seguro?, porque las eventualidades pueden ocurrir con más frecuencia de lo que quisiéramos, especialmente a lo largo del tiempo en nuestras vidas. Contar con esta previsión es esencial para mitigar o aminorar futuros gastos que puedan surgir ante cualquier eventualidad negativa, ya sea un desastre natural, un incendio, un accidente, un choque vehicular, o en situaciones más personales, como problemas de salud o incluso la pérdida de la vida.

En lo personal considero que la Industria Aseguradora brinda un servicio transcendental para la sociedad en general, permitiendo su constante y continuo desarrollo, sin la cual, muchos negocios, empresas, industrias y por supuesto patrimonios de familias, no se hubieran recuperado ni repuesto ante los siniestros acaecidos. Y más aún en épocas de crisis, donde no podemos permitirnos el lujo de afrontar gastos imprevistos, que suelen surgir precisamente debido a eventos inesperados.

Por todo esto, es fundamental contar con una póliza de seguro que proteja tanto nuestros bienes como nuestra persona y así a nuestras familias.

Así es que te pregunto: ¿Ya contrataste a tu superhéroe?, es decir, ¿ya contrataste al seguro o seguros que te brindarían respaldo financiero ante cualquier acontecimiento negativo, material o personal, que pudiera surgir?