PREVENCIÓN DE FRAUDES CON CRIPTOMONEDAS

Todo fanático de la serie animada “Los Simpson” reconoce la palabra “Oportuncrisis,” que es la forma en la que el personaje Homero entiende que, en japonés, la palabra para “crisis” es kiki (危機), compuesta por los kanji 危 (“peligro”) y 機 (“oportunidad”). A diferencia de la percepción que se tiene en América Latina, en Japón una crisis puede tener una connotación positiva. Si pensamos de forma similar, la actual crisis económica también representa una oportunidad para adaptarnos a un panorama financiero internacional alternativo.

El 31 de octubre de 2024, se cumplieron 16 años desde la publicación del white paper Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System (un sistema de dinero en efectivo electrónico entre pares), un documento que cambió la percepción sobre el dinero y los activos digitales. Este documento estaba firmado por un tal Satoshi Nakamoto, un seudónimo utilizado para mantener el anonimato de su creador. Ese mismo día, un hombre llamado Stephen Mollah se presentó ante la prensa inglesa afirmando ser el creador de Bitcoin. Sin embargo, su revelación fue poco creíble debido a sus antecedentes y al igual que Craig Wright, un empresario australiano que también aseguró ser Nakamoto en el pasado, no pudo presentar pruebas convincentes. Esta controversia provocó una caída en el precio de Bitcoin y tuvo repercusiones económicas a nivel internacional, lo que generó preocupación y curiosidad en muchas personas sobre qué son las criptomonedas.

Las criptomonedas son monedas digitales descentralizadas basadas en tecnología blockchain, que permiten transacciones directas entre personas sin necesidad de intermediarios financieros. Sin embargo, junto con su popularización, también ha aumentado la proliferación de fraudes y estafas, lo que subraya la necesidad de una educación sólida sobre este tema.

El 15 de diciembre de 2020, el Banco Central de Bolivia (BCB) emitió la Resolución No. 144/2020, que prohibía el uso de criptoactivos en el país. Sin embargo, el 26 de junio de 2024, se dejó sin efecto esta Resolución. Una de las principales motivaciones fue la escasez de dólares en el país; al permitir el uso de criptomonedas, se pueden diversificar los medios de pago y reducir la dependencia de una sola divisa.

El 25 de octubre de 2024, el Banco Bisa realizó la primera transacción de USDT efectuada por un banco en Bolivia. Aunque en el país ya se han realizado transacciones de criptoactivos, esta es la primera vez que un banco lleva a cabo una operación de este tipo. Ahora, Bisa ofrece el servicio de Cuenta de Custodia Criptobisa, que permite a los usuarios comprar y vender USDT (Tether), una stablecoin vinculada al valor del dólar estadounidense. Esta iniciativa representa un paso importante hacia la formalización de los criptoactivos en Bolivia, lo cual es especialmente beneficioso en zonas donde el acceso a servicios financieros tradicionales es limitado.

El universo de los criptoactivos puede resultar confuso debido a su naturaleza abstracta y a la amplia terminología que emplea. Esto es aprovechado por personas inescrupulosas que buscan nuevas formas de disfrazar estafas piramidales o esquemas Ponzi. Estos fraudes consisten en prometer grandes rendimientos que se pagan con el dinero de nuevos inversores, en lugar de generarse a partir de ganancias reales. Los esquemas Ponzi son comunes en el mundo de las criptomonedas, debido a la falta de regulación y al desconocimiento general del público.

Recientemente, en Argentina se presentó un caso que involucró a casi veinte mil personas de una pequeña ciudad, quienes invirtieron en una aplicación de criptomonedas que prometía una renta diaria del 2% en dólares, pero que ahora no les está devolviendo los ahorros. En total, se invirtieron 49 millones de dólares en la App llamada RainbowEx, perteneciente a una empresa denominada Knight Consortium, que dice ser de Singapur.

Este tipo de fraudes son conocidos como fraudes de oferta inicial de monedas (ICO fraud). Las ICOs buscan recaudar fondos vendiendo tokens o criptomonedas al público. En algunos casos, los estafadores crean proyectos de ICO falsos, prometiendo una idea innovadora de alto rendimiento para las inversiones, pero luego desaparecen una vez recaudado el dinero.

Otro tipo de fraude es la suplantación de identidad (phishing), los estafadores envían correos electrónicos o mensajes que parecen provenir de fuentes legítimas, como exchanges de criptomonedas o billeteras digitales. Estos mensajes contienen enlaces a sitios falsos diseñados para robar las credenciales de los usuarios y acceder a sus fondos. Además, los exchanges o plataformas de intercambio de criptomonedas suelen ser blanco de ciberataques, en los que los hackers buscan vulnerabilidades en la seguridad de estas plataformas para robar grandes cantidades de criptomonedas de los usuarios.

La educación sobre el funcionamiento de las criptomonedas y los tipos de estafas es fundamental. Las personas deben aprender sobre conceptos básicos de seguridad y conocer los indicadores de alerta ante posibles fraudes. Actualmente, muchas personas en Bolivia se han interesado en las criptomonedas, ya que ofrecen una forma de enviar dinero a familiares en el exterior, pagar a proveedores o adquirir servicios. Esto ha llevado a la aparición de numerosos servicios relacionados, muchos de los cuales ofrecen la creación de billeteras móviles. Sin embargo, es importante tener precaución, ya que compartir información personal y financiera con terceros puede ser riesgoso. Algunas de estas plataformas podrían no ser seguras o incluso estar gestionadas por personas con intenciones fraudulentas. Por lo tanto, se recomienda no proporcionar datos sensibles, como información de identidad o claves de acceso, a servicios no verificados. La seguridad de la información personal es esencial para evitar posibles fraudes o accesos no autorizados a los fondos.

Es importante acceder a las cuentas de criptomonedas desde redes seguras y privadas; esto significa que acceder a una red WiFi pública no es seguro. El uso de una VPN (Red Privada Virtual) puede añadir una capa de protección al ocultar la ubicación y la dirección IP del usuario.

Si bien las criptomonedas ofrecen una alternativa innovadora y potencialmente lucrativa al sistema financiero tradicional, su carácter descentralizado y el anonimato también representan riesgos significativos para los usuarios. La combinación de investigación, educación y el uso de herramientas de seguridad digital puede ayudar a los usuarios a protegerse contra fraudes y maximizar el potencial de las criptomonedas. Es fundamental que los inversores y usuarios adopten una postura de precaución y estén atentos a las señales de posibles estafas en el mercado de criptomonedas.

Referencias:

  • Nakamoto, S. (2009). Bitcoin: Bitcoin: Un Sistema de Efectivo Electrónico Usuario-a-Usuario
  • Feng, W., Wang, Y., & Zhang, Z. (2019). Understanding Cryptocurrency Fraud: A Study of Strategies and Countermeasures.