DECISIONES: ECONOMÍA Y PSICOLOGÍA

La Economía es una ciencia apasionante. Además de estudiar la producción, distribución y consumo de bienes y servicios, estudia el “comportamiento de los agentes económicos” y su “desenvolvimiento” en los mercados.

Está estrechamente relacionada con otras ramas, por ejemplo: con la Sociología, Matemática, Estadística, Historia, Filosofía, Política, Ecología y, entre tantas otras, con la Psicología.

Con esta última, la Economía y la Psicología han instituido la llamada “Psicología Económica”, materia que analiza a profundidad la conducta, reacción y la toma de decisiones de los agentes económicos (en los mercados) ante diferentes situaciones de estrés e incertidumbre; así también, los determinantes individuales del comportamiento económico y los procesos de persuasión que utilizan algunas empresas con sus productos, para fomentar la adhesión de los consumidores a cierto tipo de “marcas”. Asimismo, las posibles consecuencias de asimetrías de información, ruidos del mercado y especulación sobre la economía en su conjunto.

PSICOLOGÍA ECONÓMICA

La Psicología Económica fue propuesta por primera vez como tal, por el Psicólogo y Sociólogo francés Gabriel Tarde (1843 – 1904), en la publicación: “La Psichologie Economique” (1902), donde expuso ampliamente sus críticas a la escuela clásica y a aquellos defensores del “hombre económico racional”.

A través de los llamados: “fundamentos psicológicos de la economía”, Tarde, sostuvo que el ser humano es más social que racional y que la psicología en los consumidores, por su complejidad conductual, juega un papel importante en la toma de decisiones.

Al igual que G. Tarde, muchos otros investigadores hicieron énfasis en el estudio conductual del hombre dentro de la economía.

Probablemente, los más destacados en esta área y materia, sean: Herbert Simon (1916-2001), Daniel Kahneman (1934-2024) y Richard Thaler (1945), todos ellos, laureados con el Nobel de Economía por sus investigaciones sobre la psicología relacionadas a la economía.

  • Herbert Simon, economista, politólogo y catedrático de psicología de la universidad de Carnagie Mellon, fue galardonado el año 1978, por “sus investigaciones precursoras acerca de los procesos de toma de decisiones en el seno de organizaciones económicas”.
  • El psicólogo Daniel Kahneman, el año 2002, fue premiado por “integrar los avances de la investigación psicológica en la ciencia económica, especialmente en lo que se refiere al juicio humano y a la adopción de decisiones bajo incertidumbre”. Investigaciones que fueron profundizadas en el libro “Pensar rápido, pensar despacio”, publicado en 2011, con el cual, contribuyó a divulgar los resultados sobre la teoría de las perspectivas junto al psicólogo y matemático conductual: Amos Tversky (1937-1996).
  • Finalmente, el economista estadounidense Richard Thaler, fue laureado con el Nobel de Economía el año 2017 por “su investigación sobre las consecuencias de los mecanismos psicológicos y sociales en las decisiones de los consumidores y los inversores”, al tratar de explicar cómo ciertas características humanas, como la racionalidad limitada, las preferencias sociales y la falta de autocontrol, afectan las decisiones individuales y las orientaciones de los mercados.

Al respecto, Thaler es considerado, también, uno de los principales proponentes de la “Economía del Comportamiento”, la cual, sostiene que el diseño de políticas públicas va más allá de los principios de la economía tradicional al considerar en su estructura y práctica: factores de decisión psicológicos y sociológicos.

PSICOLOGÍA ECONÓMICA, SU POSIBLE INFLUENCIA

Aunque se han realizado muchos estudios para comprender el impacto de la economía en la psicología humana y viceversa, todavía hay mucho por investigar. En consecuencia, está claro que la economía tiene un efecto profundo en la forma en que el ser humano experimenta el mundo de las necesidades; pero el exacto alcance de este impacto, en base a experiencias pasadas, aún está por descubrirse. 

Tal vez a nivel microeconómico el marketing y la mercadotecnia (hoy, digital y con la ayuda de las IAs) sean, hasta el momento, algunas de las herramientas más cercanas de la economía para comprender el juego psicológico que tienen las empresas sobre los consumidores, esto, probablemente, a través del aprovechamiento de asimetrías de información para la consolidación de productos, marcas y precios.

Por el lado macro, la “Psicología Económica” y la “Economía del Comportamiento”, propuestas por Thaler, podrían ser herramientas novedosas para el diseño de políticas públicas, al no desechar, del todo, las teorías económicas estándar del hombre económico racional, sino de complementarlas con el análisis psicológico del ser humano.