“Enfermo Terminal”: Una Obra para toda la vida

El final del ciclo de vida del ser humano -a diferencia de muchas décadas atrás- ha sufrido demasiados cambios. Por otro lado, el concepto de “fallecimiento” también ha variado en muchos aspectos, precisamente a raíz de la tecnología médica que, en resumen, puede prolongar el tiempo de “sobrevida” en pacientes totalmente rescatables y con pronósticos favorables o puede tristemente prolongar el tiempo de agonía en “enfermos terminales”, quienes tienen su vida al borde del límite de la misma, se hiciera lo que médicamente se pudiera hacer; es decir, una terminalidad fulgurante.

Además, he convivido con demasiados casos en los que el dolor y el sufrimiento llevan al paciente a clamar por una eutanasia, suicidio asistido o muerte guiada -los cuales afortunadamente son ilegales en nuestro país- lo cual equivaldría a un sicariato médico, práctica por demás abominable en nuestra formación como médicos que fuimos tallados con elevados principios y valores éticos, quienes se enraizaron en nuestro axis de vida.

He encontrado también, en los casi 40 años de profesional activo, otros extremos, como la “encarnización terapéutica”, en la cual el médico trataba por todos los medios –invasivos o no- de salvar a su paciente terminal, hasta que el paciente clamaba piedad y fallecía en una helada sala de hospital, en un abandono físico y emocional llevado a extremos no vividos por nosotros.

Y durante mi caminata profesional y humana, afortunadamente he hallado un oasis en medio de este ardiente desierto de finales de ciclo de la vida: un acto médico noble y considerado, que se llama “MUERTE DIGNA” que es una corriente de la MEDICINA HUMANIZADA en vigencia.

Lo más consolador para que se lleve a cabo esta MUERTE DIGNA, es la aparición en los últimos años, de la especialidad médica llamada “PALIATIVISMO” y que su norte, es acompañar, confortar a la familia del enfermo, calmar el dolor y vivificar al paciente hasta el mismo instante en que parte hacia su nuevo estado.

Los Palitivistas son médicos dedicados a esta etapa en la que nadie se adentra en sufrimiento y dolores del prójimo, de manera tan profunda. Dan su profesionalismo y su vida emocional, que se compromete hasta sus nobilísimas almas.

“CUIDADOS PALIATIVOS” es, en medio de una sociedad inhumana y llena de falacias, engaños y fraudes, un ramillete de profesionales y voluntarios que se dedican cada quien, a superar el aspecto que compete a su rama… Médicos Paliativistas, Enfermeras, Psicólogas, Trabajadoras Sociales, Administradores, que junto a cada paciente y en equipo, remontan los picos más elevados del sufrimiento y dolor humano.

Médico y Escritor, como soy, he reunido los elementos más delicados, y de transición a la muerte; he estudiado e investigado leyes, he sondeado los rincones familiares de los entornos de los pacientes terminales y creando una historia, he trasladado a la parte más bella de la escritura: “UNA NOVELA DE TESIS”. Este libro, exhibe el drama de un hombre que juró a su padre, que jamás le permitiría yacer en una sala de Terapia Intensiva. Llegado el momento, el anciano se interna en el hospital y de pronto el protagonista, recibe la llamada de que su padre estaba en estado crítico y que se encontraba internado en la UTI… El hijo, mediante un Alta Solicitada, logra subirlo a una ambulancia, pero el paciente fallece en el camino. Allí comienza la tragedia de este hombre, quien es injustamente llamado “parricida”.  Sin embargo, la justicia no encuentra materia judiciable, porque las leyes bolivianas no reglamentan acápites punitivos del documento médico-legal llamado “Alta Solicitada”, de manera que el acusado es sobreseído, pero la obra describe el acoso social por el simple hecho de que un comunicador social carente de salud mental, pugna obsesivamente por llevarlo a la cárcel, llegando a excesos necios y llamativos.

La Novela es de Tesis, porque postula un problema social-humano, para luego darle una salida alternativa para quienes están soportando una enfermedad terminal.

Contiene una delicada riqueza literaria en el estilo, denominado cíclico, cuyo inicio es el final del libro.  Y otra argucia el autor, es la introducción de frases desfasadas aparentemente, desparramadas entre párrafos, que son las que anuncian un devenir en el curso de la novela. Van en negrillas, y entre comillas. La psicología de los personajes, ha sido pulida y coherente. Y la narrativa es sencilla, en tercera persona.

Todo el contenido conceptual profesional, ha sido consultado ampliamente durante un año, con bibliografía última, y entrevistas con profesionales que dieron muchísimas luces para encender un farol que nos alumbre en este inicio de carrera, por llegar a proporcionar muchísimas “Muertes Dignas”, mediante los profesionales en equipo, que hacen posible que el paciente encuentre paz, bálsamos para su dolor y confort, cuando está al borde del final de su ciclo, en medio de sus seres queridos, sus objetos, mascotas, o plantitas que para ellos tienen un valor emotivo, incomprensiblemente alto,  por las historias que cada persona, mascota u objeto, entrañan para casi todo ser humano.

Ruego al Cielo, que podamos juntos, llegar al interior de una sociedad acostumbrada a morir mal, abandonados unos; solos los otros, y la mayoría, con una tristeza profunda que en la obra “ENFERMO TERMINAL”, se describe a detalle.

Como debe ser, falta mucho para llegar a comprender el sentido de la vida de cada paciente terminal, para elaborar un plan específico, acorde a sus requerimientos humanos terminales.