La Economía, Una Ciencia Experimental
El 11 de octubre llegó el día de premiar al premio Nobel de economía 2021. La academia sueca se inclinó por David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens, por sus aportes en economía experimental. En este artículo hago un breve resumen de la importancia de sus contribuciones.
Un problema latente en ciencias sociales, incluyendo la economía, es la dificultad de establecer causalidad y su dirección en los fenómenos económicos, sin caer en la trampa de asumir como causales aquellas relaciones que no lo son (llamadas espurias) dejándose llevar por su correlación. ¿El ingreso laboral aumenta con el nivel de escolaridad o son las familias de ingresos altos, las que logran educarse más? Una manera de abordar esta aparente ambigüedad podría ser a través de un experimento aleatorio, es decir, repetir sucesivas veces el fenómeno manteniendo las mismas condiciones iniciales. Este camino es inaplicable en eventos sociales simplemente porque las condiciones iniciales no son controlables en el tiempo.
Para abordar preguntas de causalidad cuando no es posible conducir experimentos aleatorios, se puede recurrir a experimentos naturales. Los experimentos naturales son estudios basados en eventos reales que divide de forma inintencionada a la población en dos grupos con propiedades estadísticas homogéneas, de modo que reproduce una cuasi-aleatoriedad de los datos. Uno de los grupos sobre el cual recae la intervención recibe el nombre de tratados y otro grupo de comparación también llamado de control, los cuales no reciben la política. Solo así podemos atribuir la diferencia en el resultado entre ambos grupos exclusivamente al tratamiento (la política). El adjetivo natural se debe a la división de los grupos surge en circunstancia fortuitas tales como terremotos, tornados, guerras o pandemias.
Este método es bastante popular en medicina donde se estable un grupo de pacientes tratados con un fármaco en particular y otro de control sin el fármaco, para luego comparar sus resultados clínicos. El diseño de experimentos naturales se ha vuelto bastante popular para estudiar el impacto de las políticas públicas como por ejemplo medir el impacto del bono Juancito Pinto en la deserción escolar, los programas de riego sobre la productividad agrícola o los efectos de la vacunación sobre la mortalidad.
El mérito de Card fue su aplicación temprana de los experimentos naturales al mercado del trabajo. En co-autoría con Alain Krueger elaboraron en 1994 un influyente trabajo que comparó datos laborales de los restaurantes de comida rápida entre los Estados de Pensilvania y Nueva Jersey para desmitificar la aparente correlación negativa entre incremento salarial y el empleo, no implicaba causalidad. ¿Podría haber otras razones que expliquen la caída del desempleo no relacionadas al salario mínimo? Card y Krueger sugieren que la contracción del empleo en 1992 en los expendios de comida rápida pudo deberse al deterioro continuo de las economías de los Estados medios del Atlántico incluyendo Nueva York y no al salario mínimo aplicado en Nueva Jersey. La discusión del salario mínimo podría volver a cobrar vigencia tras esta premiación.
En otro trabajo igualmente controversial Card encontró que el simple hecho de comparar el empleo o el salario con los flujos de migrantes tampoco era suficiente para explicar su relación causal. Según sus hallazgos, las industrias en las ciudades con alta población de migrantes pueden absorber una mayor migración sin cambios significativos en los salarios relativos. Por tanto, la inmigración no afectaría los niveles de empleo ni los salarios de los trabajadores locales menos educados.
El trabajo de Card y Krueger (1994) fue ampliado para explicar la inversión en educación. Basado en las disparidades en los recursos educativos de las escuelas para estudiantes negros y blancos en los Estados Carolina del Norte y Sur analizaron si estas discrepancias podrían producir diferencias posteriores en los logros educativos y las ganancias laborales. El problema de la causalidad vuelve a ser relevante porque podrían existir alumnos con bajo desempeño asignados intencionalmente a aulas de mala calidad, así como mejores alumnos motivados a centros educativos con mayores recursos. Dado que sistemáticamente los colegios de estudiantes blancos tuvieron más recursos educativos que los colegios de estudiantes negros se puede superar el problema de la identificación causal. Los autores encuentran que los recursos educativos son importantes para los resultados de los alumnos independientemente de la raza.
La dificultad para interpretar los experimentos naturales fue superada gracias al trabajo de Ingrist y Imbens (1994) quienes desarrollaron un marco metodológico para su cálculo denominado LATE que consistió en estimar el efecto del tratamiento promedio para un subgrupo de la población. Su uso se popularizó rápidamente entre los investigadores empíricos por su consistencia y transparencia con la cual se evalúa los datos.
Los homenajeados de este año se suman a la lista creciente de aportes en economía experimental de 2019 y 2002. Son estas contribuciones que han vuelto a la economía en una ciencia menos teórica y cada vez más experimental.