¿El Endeudamiento Es Malo? ¡No!

En el transcurso de nuestra vida, siempre nos trataron de mentalizar para que veamos una deuda como algo negativo en nuestras finanzas tanto personales como empresariales, tanto es el tabú que se tiene en nuestra sociedad sobre endeudarse, que las personas generalmente tienden a limitarse en muchos aspectos u oportunidades que se les presenta en la vida natural y profesional por el hecho de ser ‘financieramente saludables’. 

Ahora, tampoco instamos al decir que no es malo el endeudamiento a que adquieran deudas en exceso, ya que esto sí es considerado como un grave error, lo que debemos medir como indicador base es la capacidad de endeudamiento que tenemos en principio como personas. Considerando que la capacidad de endeudamiento es el monto máximo que podemos asumir sin dañar la salud financiera que tenemos, un cálculo común y sencillo que podemos hacer para nuestras finanzas personales es el siguiente: calcular los ingresos totales, restarle los gastos fijos y multiplicar el resultado por 0.40 (ya que según expertos el tope máximo saludable de deuda que debería tener una persona es del 40%). Con este resultado podemos tener una deuda sana dentro de nuestras finanzas personales, deuda que se recomienda sea para poder reinvertir u obtener un bien que nos de algún tipo de beneficio económico en algún momento de nuestras vidas. 

Bien, dentro de una empresa si bien la idea base es la misma; tenemos muchas más variables que analizar. Ya que dentro de la empresa cualquier préstamo que tomemos tiene que darnos la siguiente lógica: la inversión que haremos con el dinero solicitado nos debe dar una tasa de rentabilidad mayor a la tasa de interés del préstamo previamente adquirido, de esta manera y en palabras vulgares el préstamo ‘se paga solo’ y una vez finalizado el pago a la entidad, las utilidades serán netamente para nuestra empresa. 

Un factor que debe estar muy en claro, es el tiempo que la inversión que haremos con el préstamo nos permitirá recuperar nuestro capital más el costo del préstamo que sacamos, si bien al invertir este dinero nos da un monto de retorno pero el mismo es bajo, no justifica que entremos en una deuda; pero, si la inversión realizada nos da o bien una tasa de rentabilidad continua y estable siguiendo el principio mencionado en el anterior párrafo o tal vez al principio la inversión no nos de utilidades, pero después de un periodo de tiempo el retorno sea con un monto bastante fuerte, lo suficiente para cubrir la inversión realizada y darnos un margen de ganancia aceptable. En estos casos, y después de realizar un estudio serio sobre la inversión que haremos, el mejor consejo que se puede dar es ¡endeudate! 

Otra manera sana de endeudarse dentro de una empresa, en este caso para tener un flujo de efectivo saludable dentro de nuestra empresa es coordinar de manera buena como manejamos nuestras cuentas por pagar, y cuentas por cobrar; en este sentido, tenemos que buscar tener un plazo moderadamente corto para nuestras cuentas por cobrar y un plazo más largo en lo posible con nuestras cuentas por pagar (en caso de que no sean con interés; caso de ejemplo: el crédito que nos da un proveedor). 

El indicador adecuado para el endeudamiento saludable dentro de una empresa es el ‘apalancamiento’, básicamente nos indica el nivel de endeudamiento de una organización le permite aumentar la rentabilidad que obtiene su operación. 

Mostrando estos casos sencillos de endeudamiento tanto personales como empresariales, se busca quitar ese miedo a adquirir una deuda (dentro de los lineamientos previamente mencionados) que se tiene dentro de nuestra sociedad, ya que en muchas ocasiones, gracias a la inversión que hicimos con ese préstamo, pudimos escalar al siguiente nivel económico que muchas veces lo vemos tan lejano y que por más que ahorremos de manera responsable y consciente, vemos el monto necesitado lejos de nuestro alcance.