Nuevos empresarios del CONTRABANDO

Por:  Jacquelin Plaza Fernández  y  Omayra Gutiérrez Chulver

El contrabando es una problemática de carácter social, que no sólo afecta a la economía de las ciudades fronterizas, sino a la salud patrimonial de todo un país, a la competitividad empresarial y al nacimiento de nuevas empresas.

Salud patrimonial del país

A parte de disminuir los pagos tributarios al Estado, el contrabando afecta al consumo de la población, debido a que por este medio ingresan mercaderías de dudosa calidad. En muchos casos ingresan réplicas de mercadería de pésima calidad, que luego se venden en el mercado negro. En Bolivia está asentando en mayor dimensión en el departamento de La Paz y Oruro. Según el informe de la gestión 2017 de la Unidad de Control Aduanero, los operativos con decomiso de mercancía a agosto se dieron en mayor cantidad en la Regional de La Paz con el 33,7%, seguida de Oruro con el 19,3%,. Departamentos utilizados como las principales rutas por donde ingresa la mercadería importada ilegalmente.

Al colocar estas mercancías a disposición del público se está generando una competencia desleal frente a las pymes, micros y grandes empresas que operan en el sector del comercio y la industria nacional. Es así que la actividad del contrabando no solamente es la evasiva de impuestos, también provoca grandes pérdidas tanto a los consumidores como a los empresarios que invierten en Bolivia.

Según estudios de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) a noviembre del 2016, en promedio, un 63% de las empresas que operan en el eje troncal del país se sienten afectadas de forma significativa por el contrabando. Esta actividad ilícita representa para la economía nacional hasta $us 2.200 millones cada año. Por otro lado, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, a marzo del 2017  la evasiva de tributos implica una pérdida de $us 1.000 millones anuales.

Asimismo, se debe resaltar que las actividades ilegales operan a mayor escala, en los sectores de alimentos, bebidas, textiles y electrodomésticos. Cabe destacar también que este último dato no considera el contrabando hormiga, aquel que ingresa por unidades a través de las fronteras en las espaldas de, probablemente, miles de pequeños contrabandistas.

Bolivia, una economía débil para invertir

El crecimiento económico de Bolivia en los últimos años se sustenta en una expansión en base al aumento del consumo (cortoplacista), que en muchos casos deriva en más importaciones y contrabando y no así en mayor industrialización ni mucho menos en apoyar al sector privado a generar empleos. Las inversiones que actualmente Bolivia tiene, están en una situación vacilante, puesto que muchas de las políticas para el sector empresarial no son claras ni sostenibles. Estas políticas de tipo macroeconómico favorecen más a las importaciones y hasta al contrabando, lo cual, por supuesto, desalientan a las exportaciones.

Un crecimiento de manera sostenible sugerido por la economista argentina Eliana Scialabba, es realizar esfuerzos para “ampliar la oferta productiva y mejorar la productividad a través de la inversión privada nacional y extranjera, esto obviamente requiere un esfuerzo financiero, que necesita generar una tasa de ahorro interno que sea suficiente para impulsar la inversión y evitar el desequilibrio del endeudamiento externo”.

Para que un país sea un verdadero precursor de nuevas inversiones y sea  fortalecido a lo largo del tiempo,  es necesario que cuente con un mercado bien regulado, un sistema tributario que funcione adecuadamente, un sistema de registro empresarial eficiente y accesible para todos, y sistemas conducentes a créditos financieros idóneos a sus clientes.

De acuerdo con el informe de 2017 ‘Doing Business midiendo la calidad y eficiencia regulatoria” del Banco Mundial, que realiza una evaluación anual desde hace 15 años a 190 países sobre las condiciones que ofrecen a quienes quieren invertir,  presenta el  análisis de las regulaciones que afectan a las pequeñas y medianas empresas en las ciudades de negocios más grandes de un país.

Siguiendo, este informe se indica que en Bolivia se demora 45 días para tramitar los papeleos de un nuevo emprendimiento y está claro que emprender un negocio en Bolivia no es un juego del que todos quieren participar por su enmarañada burocracia. Ronald Nostas, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), afirmó que, “en el país se necesitan 14 pasos para abrir una empresa, 1.025 horas por año para cumplir obligaciones tributarias, mientras que en Colombia solo se necesitan 239 horas, en Chile 293, en Perú 291 y en Uruguay 321. Por año las empresas bolivianas deben hacer alrededor de 42 pagos a alguna entidad del Estado, entre impuesto a las ganancias o utilidades, aportes laborales y otros impuestos. En comparación, Chile solo demanda 7 pagos, Ecuador 8 y Argentina 9.  Es evidente que esta tendencia tan compleja e irracional es una de las principales causantes de la informalidad” Este aspecto puede mejorarse si se extienden políticas que reformulen las estrategias actuales con el fin de tener un sector privado más dinámico, lo cual ayudará a impulsar el crecimiento económico del país.

Por otra lado, si no se realiza los cambios sustanciales, los nuevos emprendedores como indicaba el empresario del sector textil: Miguel Terán, se tomaran otras alternativas como ser,  optar por importar ropa nueva confeccionada en China y prendas de segunda mano de los Estados Unidos. De igual manera, los actuales empresarios de este sector industrial indican que el pago de tributos, pago de personal, multas, doble aguinaldos, reportes de información y demás obligaciones, dificulta el sostenimiento y por tanto mantenerse a flote. Es así que la nueva competencia del sector textil boliviano está constituida por aquellas personas que un día han dirigido empresas del sector, pero que se han visto obligados a cerrar sus talleres, porque no hay políticas que faciliten el proceso legal y comercial frente a los que importan ilegalmente. Es este contexto optan por volverse uno de ellos, ya que han visto una mayor rentabilidad, importando que fabricándo aquí. En muchos casos esas importaciones están ingresando con menores precios y evadiendo impuestos, lo cual repercute en que los consumidores, en su mayoría naturalmente las prefieran..

Los nuevos empresarios del contrabando

Hace muchos años emprender en fábricas e industrias era el boom. Ahora pocos logran realizar estos emprendimientos debido a que se enfrentan a diversos obstáculos como ser:

  • Un entorno empresarial poco desarrollado y disminuido por elcontrabando
  • La complejidad de los trámites
  • La cantidad de tiempo que deben dedicar para legalizar el negocio
  • Las normativas tributarias obligatorias

Como este proceso es largo y tedioso, los inversionistas se corrompen en el camino. Se desvían y toman la ruta del contrabando. Es por ello que el Estado debe reforzar sus políticas a largo plazo, en aduanas, por ejemplo, donde debe  agilizar los trámites de importación a través de la digitalización y un mayor control en las fronteras.

Si bien se intensificó la lucha contra el contrabando, implementando nuevos sistemas, realizando patrullajes de inteligencia, no se debe olvidar que el contrabando y la informalidad son factores que conllevan a la desaceleración económica. El hecho de que ingrese mercancía ilegal es una pérdida para el estado en cuanto a tributos y una pérdida para el sector industrial por una competencia desleal.

Es posible reducir el contrabando fortaleciendo el trabajo conjunto entre el gobierno y el sector privado. En el cual el gobierno debe tomar las riendas para implementar políticas que promuevan la reducción de los aranceles de exportación, y reajustes a la normativa tributaria con el fin de incentivar la producción a gran escala. Igualmente, hace falta incentivar el crecimiento de las PyMes a través de fondos de capital de desarrollo, movilizando recursos nacionales y externos, mediante instituciones financieras que apoyan inversiones que se dirijan a acelerar el crecimiento.