Apuntes en torno a una Economía y un “Desarrollo” acordes a los Desafíos del Siglo XXI

El tema Ambiental es la “Base vital sobre la cual funciona todo lo demás”, por ejemplo la Economía. Si bien la Economía Neoclásica no lo reconoce como tal, es momento de hacer un cambio paradigmático a fin de entender el universo económico, y  hacer ajustes importantes a partir de otras ciencias.

CRÍTICA DESDE LA ECONOMÍA ECOLÓGICA A LA ECONOMÍA CONVENCIONAL

Los límites Biofísicos del planeta indican el funcionamiento de un bosque en cuanto a su capacidad de regeneración. La naturaleza funciona en ciclos y en esos términos, el ser humano actúa sin medir las consecuencias y sin otorgar el valor real a nuestros recursos forestales. Como resultado de la irresponsabilidad existen pérdidas en la biodiversidad, hábitat y especies en la Amazonía,  que es considerado el bosque tropical más grande del planeta.

El Ciclo del Nitrógeno es proveniente del petróleo, es decir, el “Abono Químico” que eleva los niveles de fertilidad del suelo en un inicio, aumentando los niveles de productividad, logrando destruir el suelo y volviéndolo dependiente. Tanto los activistas ambientales como La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), recomiendan que la forma de alimentar al planeta es la agricultura ecológica, ya que no requiere de tantos insumos y sus equilibrios económicos – financieros son más viables.

El Proyecto Hito de la industria boliviana “LA UREA” por ejemplo,  aporta negativamente al medio ambiente y debilita el ciclo de vida llevándolo a un  agotamiento.  Es imprescindible comprender las interrelaciones de la Amazonia y el rol determinante de los bosques en la generación de lluvias; por ello es necesario un cambio de actitud, perspectiva y acción que permita replantear los conceptos de tecnología, ecología y economía.

No olvidemos que la economía es parte de un gran ecosistema y debemos verla en toda su estructura, a fin de aplicar con claridad los conceptos interdisciplinarios que permitan una adecuada toma de decisiones en las políticas y proyectos de desarrollo sustentable. La economía ambiental por ejemplo, se desprende del análisis económico y aplica las herramientas de la economía al área del medio ambiente, a diferencia de la economía ecológica que no es una rama de la teoría económica sino un campo transdisciplinario que se enfoca en el estudio de los ecosistemas naturales y el sistema económico.

Es  fundamental trabajar bajo estos conceptos y aplicarlos de forma operativa a fin de mejorar la valorización de los recursos naturales, de incrementar las inversiones destinadas a los sistemas de producción o de enriquecer  los métodos de gestión de los recursos renovables en el tratamiento de contaminantes y otros similares. Finalmente, creemos que esta manera de concebir a la economía como la ¨base vital¨ permitirá no sólo considerar  los efectos del crecimiento económico sobre el ambiente, sino que viabilizará la participación de los actores involucrados en los procesos de decisión para el desarrollo sustentable en Bolivia.