LA BARRERA DE LA EXPERIENCIA PARA CONSEGUIR EMPLEO

A partir del primer trimestre del año 2019, la coyuntura económica a nivel mundial entraría en una fase de ralentización que persistiría hasta la actualidad. Los factores adversos que contribuyeron y contribuyen a esta fase son los siguientes:

  1. Covid-19 (El 22 de marzo se da inicio a la cuarentena rígida en Bolivia, se interrumpen casi todas las actividades económicas).
  2. La brecha entre economías desarrolladas, emergentes y subdesarrolladas respecto a la reactivación económica que se daba como resultado de las campañas de vacunación contra la Covid-19 se hacía más grande. Generando problemas en las cadenas de suministros. (El período de vacunación en Bolivia inició en marzo de 2021, a diferencia de economías avanzadas, por ejemplo EEUU, que inició el periodo de vacunación en diciembre de 2020)
  3. El 24 de febrero de 2022 Rusia invade a Ucrania, generando perturbaciones en los precios del petróleo, gas, metales y los alimentos. (Los efectos adversos del conflicto entre Rusia y Ucrania, se sintieron de manera inmediata en Bolivia respecto al incremento en los precios del petróleo, trigo maíz y el aceite)

Es importante considerar todos estos acontecimientos para entender el actual contexto respecto al desempleo que enfrentan los profesionales de Bolivia, titulados en los periodos 2019, 2020, 2021 y 2022. 

Gráfico 1: Bolivia – Urbana: Tasa de desocupación de la población de la población de 14 años o más de edad, diciembre 2018 – abril 2021

(En porcentaje)

Fuente: Elaboración propia con base a datos del INE

La dificultad para conseguir empleo se ha hecho más notable desde el 2019, debido a los siguientes factores: 

  1. La competencia académica que se da como resultado de la cantidad de profesionales que salen de las universidades, por lo general, cada trimestre. 
  2. La disminución de operaciones de las empresas y el incremento de la incertidumbre para los inversionistas, aspectos que resultan en menor gastos administrativos (contratar nuevo personal)
  3. Pero ante todo está la experiencia, que muchas empresas e instituciones piden dentro los requisitos para trabajar en ellas. Esta es la barrera que quiebra las expectativas que los nuevos profesionales tenían respecto a ejercer su profesión. 

Durante este tiempo me acostumbré a escuchar a muchos compañeros profesionales que se ha vuelto normal estar un año desempleado; que deben dedicarse a otros emprendimientos (comercio o servicios) dejando de lado la idea de poder expandir sus conocimientos acordes a su profesión para ser mejores profesionales y olvidando gradualmente todo lo que alguna vez aprendieron; y otros, simplemente, se frustran por las presiones de casa y el hecho de no poder conseguir empleo. 

Este artículo tiene como objetivo mostrar la realidad que muchos profesionales se encuentran atravesando y poder reflexionar, sobre la situación de desempleo que atraviesa el país. El propósito es que se puedan flexibilizar las condiciones del requisito de experiencia en las solicitudes de trabajo y dar la oportunidad a los nuevos profesionales, que simplemente tienen el sueño de ayudar a sus familias, o formar un hogar, y volar más alto (mejorar sus capacidades académicas). 

Finalmente, quisiera terminar este artículo pidiéndole a Dios que cuide de aquellos hogares donde las condiciones económicas se ven fuertemente afectadas por necesidades de salud, deudas y otros, obligando a muchos profesionales a trabajar en otras áreas, dejando de lado sus sueños sólo por el bienestar de su familia.