Bolivianización y/e Des-Igualdad

Desde la hiperinflación, suscitada en la década de los 80’s, las personas cambiaron negativamente sus expectativas de la moneda nacional debido a la pérdida vertiginosa de valor de ésta. Lo contrario sucedió con el dólar estadounidense, éste paso a convertirse en una moneda apreciada cada vez más por la población boliviana debido a su mantenimiento de valor. En este contexto, se da el paso con alfombra roja al dólar. Ésta moneda paso a ser la moneda oficial de transacciones financieras de la población. Pasaron aproximadamente 20 años en el cual el dólar jugo un papel trascendental en la economía boliviana. Posteriormente, se impulsa la Bolivianización, política que promueve la utilización de la moneda boliviana en las diversas transacciones financieras de las personas. Esta iniciativa genera diversos impactos en la sociedad. En este sentido, surge la interrogante ¿Cuál es el impacto que tiene la Bolivianización a la igualdad o desigualdad?

Hiperinflación y dolarización

La hiperinflación vivida en la década de los años 80’s obligo al gobierno de entonces a aplicar medidas drásticas en la economía. Entre las cuales se destaca, la autorización al sistema financiero de operar con moneda extranjera. Asimismo, se estableció un régimen de tipo de cambio de flotación sucia, entre otras medidas. La políticas y programas implementados tuvieron el éxito esperado, pero también se presentaron efectos inesperados como la dolarización del sistema financiero, el cual superaba el 90% de sus transacciones en moneda extranjera. El dólar paso entonces a ser el principal medio de pago en la economía boliviana y con esto se restringía en gran medida a la política monetaria y cambiaria.

Dando la vuelta a la Moneda 

En la década del 2000 se inicia la implantación de diferentes políticas y programas a favor de la Bolivianización. Entre las principales medidas implementadas para impulsar la remonetización fueron: la apreciación cambiaria; encaje legal diferenciados para la moneda nacional (MN) y moneda extranjera (ME); incremento del diferencial cambiario (spread); implementación de Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF); entre otras.  Los resultados principales de la remonetización fueron que las políticas monetaria y cambiaria sean más efectivas; la moneda boliviana recupera sus principales funciones en la economía como ser: depósito de valor, unidad de cuenta y medio de pago; el país se fortalece ante crisis externas; y se fomenta a la producción nacional debido a que se facilita las transacciones en una sola moneda.

¿Impacto Negativo o Positivo a la sociedad?

La hiperinflación causó un gran impacto negativo en las expectativas de la población boliviana con respecto al uso de la moneda nacional. Este impacto llevó a la población a inclinarse más por el dólar que por el boliviano.  De la misma manera, esta brecha se hizo más amplia con la flotación sucia del tipo de cambio. En este escenario, el dólar se iba posicionando entre los agentes económicos, el cual repercutió con diferentes impactos en la sociedad boliviana.

Por ejemplo, un trabajador promedio recibía su salario en bolivianos, pero tenía que pagar sus deudas u obligaciones en dólares estadounidenses. El trabajador, por tanto, tenía que acudir una casa de cambio o librecambista (agente informal de cambio de divisas) para cambiar su salario. Sin embargo, este cambio le generaba costos adicionales por sustituir la moneda del boliviano al dólar, el cual era asumido por el mismo trabajador. Este capítulo se vivió en la mayoría de los trabajadores, quienes tenían que pagar los costos por el cambio de sus salarios.  Por otro lado, la dolarización de la economía presento otro escenario, uno positivo, la generación de empleo. En ese entonces al estar la economía entrando a una dolarización, se requería de centros donde los trabajadores pudieran cambiar sus bolivianos a dólares. A este efecto, surgen las casas de cambio en mayor cuantía y los librecambistas. Los librecambistas son agentes de cambio informales que ofrecen cambiar bolivianos a dólares, con tipos de cambio diferentes a las oficiales ofrecidas en las casas de cambio.  

Posteriormente, en la década de los 2000, entra en escena la iniciativa de la Bolivianización, la cual tiene como objetivo retornar al uso de la moneda local. Se implementaron diversos programas y políticas para este fin. Conforme iba implementándose las políticas para fomentar la utilización de la moneda local, la población responde positivamente en sus transacciones financieras o pago de deudas, como se aprecia en el gráfico. La población ya no tiene que pagar costos adicionales para realizar sus transacciones y la incertidumbre del tipo de cambio se reduce. Las expectativas de la población hacia la moneda del boliviano cambian de posición al lado positivo. No obstante, el efecto negativo de la Bolivianización es la eliminación de fuentes laborales de los libre cambistas o trabajadores de las casas de cambio. Quienes tienen que buscar otras alternativas laborales debido a la disminución de la actividad cambiaria.